El resultado parece totalmente insatisfactorio ¿Pero donde está la raíz del estancamiento?Se habla de un lado por parte de Marruecos y sus afines, de que la solución del referéndum está agotada porque es imposible llegar a un acuerdo sobre el censo para realizar una consulta que defina el estatus definitivo del territorio, cuestión que parecia que el Plan Baker II zanjaba al permitir en la consulta final votar a todos los residentes implantados por Marruecos en el territorio.
Frente a esto, el propio Marruecos afirma que se puede conseguir la autodeterminación con una solución negociada y mutuamente aceptable para las partes. Admitiendo este enfoque, plantea en una mesa de negociación como condición previa que la otra parte se autodisuelva (en este caso la RASD y su ejercito) para negociar una autonomía de la que quede excluida cualquier posibilidad de una consulta posterior sobre el futuro del territorio que incluya la opción de independencia. ¿Se imaginan que el Frente Polisario plantease a Marruecos en una mesa de negociación como única solución la retirada del ejercito marroquí y que se nombrase una administación provisional saharaui que decidiese el futuro del territorio? Seguro que todo el mundo diría que es una quimera y pedirián seriedad y realismo al Frente Polisario. Por eso si se quiere en serio una solución negociada “mutuamente aceptable” y salir del estancamiento parece lógico que debería asumirse que es inviable plantear propuestas al Frente Polisario que exijen a la vez, la autodisolución previa de la RASD y la renuncia a que la opción de independencia se contemple en una consulta sobre el estatuto final del territorio.
Roberto Barral Blanco Milladoiro-Ames (A Coruña)
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