El dia 6 de abril de 2010 presentó el Secretario General de la ONU su informe InformeSGrVer al Consejo de Seguridad sobre el conflicto del Sáhara Occidental. Una vez más se plantea una prórroga de la MINURSO hasta el 30/04/2011. En el mismo se puede ver que no hay ningún planteamiento novedoso que pueda impulsar las negociaciones. Y es que el conflicto se ha empantanado por culpa de la propia ONU. Hay que preguntarse y pedir responsabilidades ante el boicot que está sufriendo el pueblo saharaui para poder ejercer su derecho a la autodeterminación legalmente reconocido.
En este caso hay que señalar a Francia como principal responsable de esta situación, este miembro permanente del Consejo de Seguridad bloquea cualquier propuesta que pueda incomodar a Rabat, aunque sea justa, o que simplemente se refiera a las obligaciones de la propia ONU con el pueblo saharaui. Creo que es especialmente grave que un país de la Unión Europea esté practicando una estrategia de acoso al pueblo saharaui parecida a la que la administración Reagan ( cuyo diseñador era Elliot Abrams panfletista del lobby judío y de los intereses de Marruecos en los Estados Unidos) llevaba a cabo contra el gobierno sandinista de Nicaragua en la década de los ochenta. Ésta consistia en boicotear las conversaciones de Paz entre la "contra" apoyada por el Pentágono y el gobierno nicaragüense mediante el procedimiento de que la "contra" plantease de forma continua nuevas exigencias y obstáculos para frustrar llegar a cualquier tipo de acuerdo, y a la vez prolongar la tregua de facto esperando alguna acción militar del gobierno sandinista para retornar a la guerra y seguir manteniendo a la "contra" o incluso tener una excusa para atacar directamente Nicaragua.
Si nos trasladamos al Sáhara Occidental, podemos observar que Marruecos y sus aliados (fundamentalmente Francia) utilizan una estrategia similar: se trata de que los acuerdos anteriores, los compromisos de la propia ONU o la legalidad internacional se conviertan en "papel mojado" y llevar las negociaciones a un punto muerto con el fin de provocar la rendición del Frente Polisario, ya sea maquillada bajo una supuesta negociación (autodisolviéndose y aceptar la pseudo-autonomía), o en último instancia si fuese necesario, buscar cualquier excusa para romper el Alto el Fuego de 1991 y así completar la invasión del territorio.
Esta es la estrategia de Marruecos y sus aliados en el Consejo de Seguridad, hablan de buena fé de las partes pero no realizan un sólo movimiento en la protección de los derechos del pueblo al que la comunidad internacional tiene obligación de proteger, ni siquiera en algo tan elemental como la protección de los derechos humanos.
Se pone encima de la mesa una proposición de pseudo-autonomía como estrategia de guerra diplomática contra el Frente Polisario y la RASD, pero sin ninguna intención de respetar los derechos del pueblo saharaui.
El Consejo de Seguridad corre el riesgo de provocar la reapertura de un conflicto armado, justamente lo contrario de su misión: buscar una solución justa y pacífica que provea el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.
Es hora de que todos los amigos del pueblo saharaui y los estados aliados de la RASD denuncien claramente ésta situación y condenen éstos actos de prevaricación criminal en la que están involucrados miembros del Consejo de Seguridad, especialmente Francia.
Roberto Barral Blanco Milladoiro-Ames (A Coruña)
domingo, 25 de abril de 2010
sábado, 24 de abril de 2010
La prevaricación criminal de Francia en el Consejo de Seguridad puede llevar a romper el Alto el Fuego en el Sáhara Occidental
En este caso hay que señalar a Francia como principal responsable de esta situación, este miembro permanente del Consejo de Seguridad bloquea cualquier propuesta que pueda incomodar a Rabat, aunque que sea justa, o que simplemente se refiera a las obligaciones de la propia ONU con el pueblo saharaui. Creo que es especialmente grave que un país de la Unión Europea esté practicando una estrategia de acoso al pueblo saharaui parecida a la que la administración Reagan ( cuyo diseñador era Abram Elliot panfletista del lobby judío y de los intereses de Marruecos en los Estados Unidos) llevaba a cabo contra el gobierno sandinista de Nicaragua en la década de los ochenta. Ésta consistia en boicotear las conversaciones de Paz entre la "contra" apoyada por el Pentágono y el gobierno nicaragüense mediante el procedimiento de que la "contra" plantease de forma continua nuevas exigencias y obstáculos para frustrar llegar a cualquier tipo de acuerdo, y a la vez prolongar la tregua de facto esperando alguna acción militar del gobierno sandinista para retornar a la guerra y seguir manteniendo a la "contra" o incluso tener una excusa para atacar directamente Nicaragua.
Si nos trasladamos al Sáhara Occidental, podemos observar que Marruecos y sus aliados (fundamentalmente Francia) utilizan una estrategia similar: se trata de que los acuerdos anteriores, los compromisos de la propia ONU o la legalidad internacional se conviertan en "papel mojado" y llevar las negociaciones a un punto muerto con el fin de provocar la rendición del Frente Polisario, ya sea maquillada bajo una supuesta negociación (autodisolviéndose y aceptar la pseudo-autonomía), o en último instancia si fuese necesario, buscar cualquier excusa para romper el Alto el Fuego de 1991 y así completar la invasión del territorio.
Esta es la estrategia de Marruecos y sus aliados en el Consejo de Seguridad, hablan de buena fé de las partes pero no realizan un sólo movimiento en la protección de los derechos del pueblo al que la comunidad internacional tiene obligación de proteger, ni siquiera en algo tan elemental como la protección de los derechos humanos.
Se pone encima de la mesa una proposición de pseudo-autonomía como estrategia de guerra diplomática contra el Frente Polisario y la RASD, pero sin ninguna intención de respetar los derechos del pueblo saharaui.
El Consejo de Seguridad corre el riesgo de provocar la reapertura de un conflicto armado, justamente lo contrario de su misión: buscar una solución justa y pacífica que provea el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.
Es hora de que todos los amigos del pueblo saharaui y los estados aliados de la RASD denuncien claramente ésta situación y condenen éstos actos de prevaricación criminal en la que están involucrados miembros del Consejo de Seguridad, especialmente Francia.
Roberto Barral Blanco Milladoiro-Ames (A Coruña)
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