Domingo, 15 de Enero de 2012 13:59  
¿El  ex enemigo de Marruecos se prepara para bajar las armas?', se pregunta el portal  de información marroquí 'Yabiladi' en referencia al presidente del Gobierno  español, el 'popular' Mariano Rajoy, que viajará  al reino alauí este miércoles en su primera salida oficial al  extranjero desde que fue investido. Una visita en la que será recibido  por su homólogo, el islamista del Partido Justicia y Desarrollo (PJD)Abdelilah  Benkirane, y en la que se prevé también un encuentro con el rey  Mohamed VI.
Ambos  mandatarios han sido elegidos en las urnas de sus países recientemente y han  formado Gobierno casi de forma paralela en el tiempo. Y ambos estrenarán juntos  su agenda de política exterior. "Todo apuntaba a que el primer viaje de  Rajoy sería a Bruselas para abordar la grave crisis económica que  atraviesa España, pero al final se ha decantado por Marruecos, lo cual es una  clara carta política" con el país vecino. Así lo valora en  declaraciones a ELMUNDO.es Abdeslam Bouteyeb, presidente del Centro por la  Memoria Histórica y el Porvenir, centrado en las relaciones bilaterales entre  España y Marruecos.
Con  este viaje Rajoy preserva la tradición de los presidentes  españoles que, desde que lo hiciera Felipe González, han inaugurado  siempre con el reino alauí su agenda de encuentros internacionales.
La  cita entre Rajoy y Benkirane servirá para medir el ambiente de las  relaciones entre ambos países después de que el ascenso del Partido  Popular (PP) al Gobierno en España generase cierta inquietud en las  esferas políticas marroquíes. No en vano, la época en la que José María  Aznar llevó las riendas del Ejecutivo español fueron años de intensos conflictos  con Marruecos, como la toma del islote de Perejil por Marruecos  en 2002 y la posterior intervención del Ejército español.
Entre  otros, Rajoy y Benkirane abordarán el dossier del terrorismo y el  secuestro de los dos cooperantes españoles en los campamentos de  refugiados de Tinduf (Argelia) el pasado octubre, para cuya resolución Marruecos  mostró su disposición a colaborar.
Además,  otro de los temas que estarán sobre la mesa serán las relaciones del reino alauí  con la Unión Europea (UE), que no atraviesan su mejor momento desde que el  Parlamento Europeo (PE) votase en diciembre en contra del acuerdo de  Pesca. Entre otras razones, porque comprende la zona afectada las aguas  del Sahara  Occidental, territorio pendiente de descolonización que se disputan  Marruecos y el Frente Polisario desde hace más de tres décadas.
Precisamente  el Sahara Occidental es otro de los asuntos que nunca faltan en el menú de las  relaciones bilaterales entre ambos países, un expediente en el que el Partido  Popular apuesta por laautodeterminación del pueblo saharaui,  mientras que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero veía con  simpatía el Plan de Autonomía que Marruecos propone para la  zona en Naciones Unidas (ONU).
Recelo
No  hay que olvidar tampoco los resquemores de Marruecos con el PP  después de que tras el desmantelamiento en noviembre de 2010  delcampamento de protesta saharaui de Gdeim  Izik (que se levantó a pocos kilómetros de El Aaiún, capital  administrativa del Sahara Occidental), este partido se mostrara favorable ante  el PE de adoptar una resolución que denunciase dicha operación.
Una  postura que desembocó en una manifestación contra los  'populares' que llenó de eslóganes contra este partido las calles  deCasablanca, atiborradas de ciudadanos convocados incluso a  través de SMS que envió a todos a sus abonados una compañía de telefonía  marroquí.
"España  y Marruecos son dos países vecinos y amigos, con una relación histórica que  viene de lejos, y nuestra relación común está muy por encima de las  crisis coyunturales", asegura Idriss Al Azami, ministro delegado del  Departamento de Economía.
"Queremos  mantener buena sintonía con el Gobierno de Rajoy y reforzar la  cooperación cultural, política, económica, comercial, social, en  materia de seguridad o en políticas migratorias", continúa.
Abdelilah  Benkirane, jefe del Ejecutivo marroquí, también lo tiene claro."España y  Marruecos están obligados a entenderse", señaló después de que su  partido ganase las elecciones, aunque –dijo- "con Rajoy será más difícil; por lo  que sé, es un tipo duro con este país".
Abdeslam  Bouteyeb, del Centro de la Memoria Histórica y el Porvenir, considera además que  el nuevo ministro local de Asuntos Exteriores, Saad Eddine El Othmani, "es un  hombre abierto, de debate, con el que será fácil establecer buenas relaciones;  es necesario porque los dos países estamos en la misma barca y no es una  cuestión sólo de sardinas y tomates".
Bouteyeb  se refiere así tanto al acuerdo de Pesca, que el PP  ha pedido que se retome, como al cumplimiento del acuerdo  hortofrutícola con Marruecos en materias como los precios de entrada al  territorio comunitario y los contigentes.
El  3 de enero el Ejecutivo español denunció ante la Comisión Europea precisamente  el incumplimiento del reino alauí en las cuotas de  importación, lo que consideran que genera situaciones de competencia  desleal.
A  pesar de las incertidumbres sobre la llegada del PP al poder y el trato que  reservarán a Marruecos, las relaciones Marruecos y España con el  Gobierno socialista también atravesaron momentos críticos. Por ejemplo,  la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla en 2007, que desembocó en la llamada a  consultas del embajador marroquí en España; la crisis por la expulsión de la  activista Aminatu  Haidar desde el Sahara Occidental a Lanzarote, o los conflictos con  la frontera de Melilla en el verano de 2010.
Fuente:  elmundo.es
 
 
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