Una asociación de derechos humanos denuncia la detención de medio centenar de  habitantes de la localidad
Dajla amaneció ayer sitiada por el Ejército marroquí, enviado a la ciudad por  Rabat para sofocar los disturbios que en los últimos tres días han enfrentado a  los saharauis de la ciudad con los marroquíes de la barriada marginal  Wikala.
 Lo que empezó por razones aparentemente fútiles la rivalidad entre los  hinchas de un equipo de fútbol local y de otro marroquí inflamó el domingo la  chispa de la tensión entre marroquíes y saharauis en la excolonia española,  tensión que desde noviembre del año pasado se ha visto agravada a causa del  brutal desalojo del campamento Dignidad en El Aaiún.
  Marruecos asegura que sólo ocho personas han sido detenidas
  "En la avenida principal de Al Walaa, hay una patrulla militar con cinco personas armadas cada 80 metros",  denunció ayer el activista Elmami Amar Salem, presidente de la Organización  Saharaui contra la Tortura en Dajla.
 Tanto esta organización como otras asociaciones de derechos humanos saharauis  reiteraron ayer que las Fuerzas de Seguridad marroquíes han tomado a la  población saharaui como blanco de sus iras.
 "La Policía está irrumpiendo en domicilios y realizando detenciones en los barrios saharauis  y hasta ahora llevan más de medio centenar de arrestos", aseguró ayer en un  comunicado la Asociación Saharaui de Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH).  La denuncia de esta organización es significativa pues, pese a que en marzo se  desmarcó de las posturas marroquíes sobre el Sáhara(a raíz de la represión en El  Aaiún tras el desalojo del campamento), la ASADEDH no es especialmente  favorablea las tesis del Frente Polisario.
  La ciudad vuelve a la calma en medio de una fuerte presencia  policial
  Como suele suceder en el Sáhara, la cifra de 50 detenidos de esta asociación  (que otras organizaciones rebajan a 38), es bien diferente de la aportada ayer  por el ministro de Interior marroquí, Taïb Cherkaui. En una comparecencia ante  la Cámara Baja del Parlamento marroquí, el titular de Interior redujo las  detenciones a ocho.
 Restablecer el orden
 Además de los militares ya enviados por Rabat a Dajla, situada a unos 550  kilómetros al sur de El Aaiún, las autoridades marroquíes siguen enviando  refuerzos desde la capital saharaui, confirmaron a este diario fuentes  locales.
  Fuentes locales confirman que Rabat sigue enviando refuerzos
  El ministro Cherkaui justificó el asedio militar asegurando que "las fuerzas de seguridad intervinieron para  restablecer el orden". Luego recalcó que la situación degeneró en Dajla  debido a "individuos que pusieron barricadas y atacaron a ciudadanos y coches  con piedras y armas blancas". 
 Muchos saharauis de la ciudad hacen un relato bien distinto de los hechos,  apoyados por las asociaciones de derechos humanos. Los habitantes autóctonos de  Dajlaachacan la violencia, que desde el domingo ha causado siete muertos (seis  marroquíes y un saharaui) a las agresiones de marroquíes.
 Estos ciudadanos no oriundos del Sáhara, a  quienes se refieren como "colonos", residentes en el barrio Wikala  "atacaron a los saharauis en complicidad con las fuerzas policiales marroquíes",  explico a Público un habitante de la ciudad que prefirió mantener  elanonimato.
 Toque de queda
 La noche del martes el Ejército marroquí impuso un toque de queda en la  ciudad, que, de acuerdo con la Organización contra la Tortura en Dajla, sólo  afectaba a los saharauis, que se refugiaron en sus casas
 Según relató ayer a Público por teléfono desde Dajla un miembro de  la Asociación de Retornados de Río de Oro, "los militares aprovecharon el toque  de queda para entrar en los domicilios, detener a los hombres jóvenes y agredir  a las mujeres".
 Sea por la fuerte presencia militar y policial, o bien por el miedo, la  ciudad de Dajla empezó ayer a recuperar una apariencia de normalidad. Algunas  tiendas y cafés empezaron a abrir en medio del temor de los saharauis a  represalias. 
 El ministro de Interior marroquí recalcó ayer  que la situación "es tranquila; la población de Dajla vive en la paz y la  serenidad, tras los lamentables acontecimientos sobrevenidos en la ciudad el  domingo".
 Mientras Cherkaui trata de minimizar lo sucedido en el sur del territorio,  incluso la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental  (Minurso) se ha mostrado inquieta por la violencia. Hany Abdel Aziz, jefe de la  misión de Naciones Unidas se desplazó ayer a la ciudad para investigar lo  sucedido, según EFE. 
 Sin embargo, como la del Sáhara es la única misión de paz de la ONU que  carece de competencias para vigilar el respeto a los derechos humanos, no parece  que el viaje de Abdel Aziz vaya a mejorar la situación de los habitantes de  Dajla. Como en otras partes de la excolonia española, estos denuncian estar  sometidos a la "marginación y las agresiones" de las autoridades marroquíes.
Fuente: Público