MARRUECOS | Inscritos en el censo 13,6 de 24 millones de votantes
El boicot y la indiferencia política ganan las elecciones legislativas de Marruecos
Ni una sola cola en los colegios electorales de Marruecos. La jornada en estas legislativas ha transcurrido marcada por la abstención. En las urnas se veían pocos sobres depositados y los montones de las papeletas permanecían casi intactos. La apatía política de los marroquíes y la llamada al boicot del 20 de Febrero han hecho que pocos ciudadanos se hayan decidido a ejercer su derecho al voto.
Estas elecciones se presentaban como un termómetro para medir el éxito de la nueva Constitución de Mohamed VI, aprobada en un referéndum el pasado 1 de julio. Pero sus reformas no han movilizado en masa al electorado, que por primera vez desde la independencia podía acudir a las urnas para elegir a su primer ministro (figura que se convierte en la de presidente). Hasta ahora era el monarca quien lo designaba del partido que se le antojase, pero con la nueva Carta Magna ha de ser escogido –también por el rey- entre la lista más votada.
Tampoco podrá ya Mohamed VI nombrar a dedo las carteras de Interior, Exteriores y Justicia, y el Parlamento tendrá más capacidad legislativa.
Aun así, la tasa de participación alcanzó, según las últimas cifras oficiales, un 45%, una cifra que aún puede modificarse. Sólo están inscritos en el censo 13,6 millones de marroquíes de los 21 millones en edad de votar (24, si se cuenta la población residente en el extranjero). Lo que arroja, teniendo en cuenta a toda la masa electoral, una tasa de un 25,5%.
"La campaña del Estado para movilizar al electorado no ha tenido mucho éxito", consideró Brahim, presidente de una mesa, mientras recordaba el lema difundido: 'Participemos en los cambios que vive nuestro país, ¡a votar!'.
Mejor que en 2007
La abstención es una tónica en Marruecos. En las legislativas de 2007 la participación fue de un 37% de un censo que representaba sólo a un 20% de los mayores de 18 años; un 19% de los votos fueron blancos o nulos.Esta es la primera vez que los Marroquíes Residentes en el Extranjero (MRE) podían votar, pero han tenido que delegar su voto en conocidos residentes en Marruecos en lugar de depositar sus papeletas en sus consulados o colegios en sus países de residencia, como sí que pudieron hacer en cambio durante el pasado referéndum constitucional.
Uno de los integrantes de una mesa electoral reconoció en declaraciones a ELMUNDO.es que desconocía la existencia de ese sistema a pesar de asegurar minutos antes que se estaba llevando a cabo una vigilancia muy estrecha de la identidad de los votantes para evitar falsificaciones. "Ah, ¿los emigrantes pueden votar?", se preguntó con mirada atónita.
De entre los votantes que se dirigieron a las oficinas de voto, las opciones políticas más escuchadas fueron las mismas que señalaban como ganadores los analistas políticos: Los islamistas moderados de Justicia y Desarrollo (PJD); el G8 o Alianza para la Democracia, calificada por algunos politólogos como una alianza artificial de hombres cercanos a Palacio para frenar el avance islamista y los nacionalistas del Istiqlal, la formación del actual primer ministro Abas El Fasi.
En estas elecciones los marroquíes elegían a 305 diputados de 1.521 listas, que sólo encabezan 57 mujeres; además se han destinado 60 escaños a mujeres y otros 30 a jóvenes. Y las votaciones se han desarrollado en 40.000 colegios para los que se acreditó a solo 4.000 observadores.
Impresiones
Con su mochila al hombro, y sus 18 años recién cumplidos, el joven Naji Adil ha sido de los ciudadanos que se ha decidido a acercarse a un colegio para votar. "Es muy importante que los marroquíes nos impliquemos en las votaciones; hay que dar la voz pública a la opción que más lo merezca, porque el Gobierno que salga de las urnas va a dirigir el país durante cinco años".Amina, profesora de Derecho también depositó su papeleta y lanzó un mensaje de tranquilidad en caso de que ganen los islamistas: "En Marruecos los islamistas son moderados, islamistas políticos y no de fe; la religión musulmana aquí es tolerante, y nunca se consolidarán en este país modelos como los de Irán que se ha intentado imponer desde fuera".
Entre los abstencionistas, Khalid, taxista de profesión, explica que a los marroquíes sí que les interesa la política "pero no los políticos, que siempre son los mismos y no hacen nada por los ciudadanos".
Cuenta que emigró durante 20 años a Alemania y que tras su experiencia en el extranjero sabe que "lo que hay en Marruecos no es una democracia real; esto es una broma". Y pronostica que dentro de unos meses el reino alauí explotará "como lo han hecho Egipto, Libia o Túnez".
Khalid forma parte de los que el diario progubernamental marroquí 'L´Opinion' calificaba hoy de abstencionismo pasivo al tiempo que llamaba a "movilizar a los electores patriotas" para que "triunfe la democracia".
'L´Opinion' hacía referencia también a todos aquellos que han llamado al boicot de las elecciones capitaneados por los jóvenes del 20 de Febrero, que han tildado las elecciones de "teatro".
La formación no legalizada de islamistas Justicia y Caridad, que se unió al boicot, ha denunciado que los imanes pidieron a los fieles que fueran a votar; así como "el transporte colectivo" de marroquíes con vehículos ofrecidos por el Ministerio del Interior.
Fuente: El Mundo
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