Marruecos sigue pretendiendo que España asuma su política en el Magreb ignorando a otros actores como Argelia, Mauritania o la RASD. Su particular visión de las relaciones bilaterales es no aceptar que el gobierno o la sociedad civil españolat enga  un punto de vista diferente a la suya. Todo gobierno que se precie y todo demócrata que sea consecuente no debía aceptar esta especie "marroquinismo obligatorio" que a base de chantajes pretenden imponer nuestros "amigos" del Sur. No señor Abdelilah Benkirán: ayuda al desarrollo si es posible la que quieran, intercambio cultural y conocimiento mutuo, totalmente de acuerdo, ahora bien, relaciones exclusivas con Marruecos marginando a otros pueblos: NO. Tratar al pueblo saharaui como un apestado o un grupo terrorista :NO. Negar el derecho a decidir  su futuro tal como recogen las resoluciones de la ONU: NO.Tragar con una historia tan poco consistente como la marroquinidad del Sáhara:NO. Defender que Argelia es un país refugio de terroristas emparentados con Al Qaeda:NO. Que Mauritania es un estado fallido y que era mejor que fuese una colonia de Marruecos: NO.
 Si son tan demócratas  vayan aceptando que muchos no compartimos sus planteamientos sobre el Sáhara en particular ni sobre el Magreb en general. Lo siento yo no pienso como Mohamed VI.  ¿Podemos ser amigos o no?  
El perenne escollo hispano-marroquí: el Sahara
El  líder del Partido Justicia y Desarrollo, Abdelilah Benkirán, triunfador de las  elecciones en Marruecos, ha empezado a despejar algunas de las incógnitas sobre  las consecuencias del triunfo islamista. Dice que no pretende mezclar política  con religión, en la medida que los asuntos religiosos dependen exclusivamente  del rey, y afirma que en política exterior mantendrá las alianzas tradiciones  del Reino con el mundo occidental, en especial Estados Unidos y Francia. También  ha dedicado una mención especial a España para recordar lo que ha sido la línea  de conducta de los anteriores Gobiernos marroquíes: que todo va a depender de  nuestra posición ante el Sahara. Alineado sin recelos con la monarquía alauita,  Benkirán envía a Rajoy el mensaje de que entienda la posición de Marruecos y   abogue ante Argelia y el Polisario para resolver el conflicto, siempre en el  marco de la soberanía marroquí.
Así  pues, el conflicto del Sahara se convertirá de nuevo, en breve plazo, en el eje  sobre el que gire la política de vecindad, sobre todo por el recelo que ha  suscitado en Marruecos la reciente victoria de Mariano Rajoy a quien se le  atribuye una mayor cercanía a la postura del Polisario. La gran baza de España  reside en el respaldo firme al proceso de negociación patrocinado por la ONU, a  sabiendas de que, como afirma el propio Benkirán, todo se puede resolverse en  cinco minutos si Argelia cambia su actitud hostil hacia Marruecos. Ahora la  responsabilidad principal es de la ONU y salirse de este marco sería provocar  una tensión innecesaria entre España y Marruecos,  además de peligrosa para la  estabilidad mediterránea.
Fuente: cope.es
 
 
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