Decidido y con tono amenazador, Saif al Islam ha insistido en que "nunca jamás" claudicarán. "Quienes quieran apoyar a la milicia, que lo hagan, pero les advierto desde este momento de que van a perder. Nosotros vamos a ganar. No tenemos miedo ni a la flota estadounidense, ni a la OTAN, ni a Francia", ha dicho tras conocer la postura de la diplomacia internacional . "Nunca nos rendiremos. Este es nuestro país. Luchamos aquí en Libia. El pueblo libio, nosotros, nunca daremos la bienvenida a la OTAN, nunca jamás daremos la bienvenida a los estadounidenses aquí. Libia no es un juego de niños, no somos Mickey Mouse", ha apuntado, a la vez que ha recordado que el régimen está comprometido a introducir "la democracia y la libertad".
Desde que comenzaron las revueltas, Said el Islam se ha convertido en el principal interlocutor del régimen con los medios de comunicación internacionales. Con el mismo tono beligerante de anteriores entrevistas, ha advertido que no caerán "ante esos terroristas": "La nación libia está muy unida ahora, está muy fuerte". El hijo de Gadafi ha anunciado también la repatriación de los soldados holandeses capturados en Libia. "Les dijimos que no vuelvan nunca más sin nuestro permiso. Esto es Libia, y todavía estamos aquí. Esto es Libia y no los Países Bajos", ha recordado Said el Islam, que ha añadido que los soldados regresarán a casa, pero no en el "helicóptero armado" en el que llegaron al país.
Ras Lanuf sufre ante el ataque del régimen
Hoy, los leales al líder libio han vuelto a mirar hacia Ras Lanuf para bombardearla y los milicianos se han visto obligados a replegarse hacia Brega, a unos 200 kilómetros el este, según un comandante revolucionario citado por Al Yazira . Allí también están recibiendo el acoso de los aviones del dictador, que se han adentrado en zona rebelde y han atacado la ciudad petrolífera, que llevaba varios días sin sufrir ataques del Ejército. Brega está al este de Ras Lanuf en el camino que dirige a Bengasi, la capital del Gobierno rebelde de transición. "Ha habido un bombardeo en Brega: dos cazas, dos bombas", ha resumido el rebelde Mohamed Otham en conversación telefónica con Reuters.
El corresponsal de Al Yazira, que acompaña a las fuerzas rebeldes en su retirada, ha asegurado que el número de fallecidos era muy elevado. Según un comandante revolucionario que ha huido hacia Brega todos sus hombres han muerto en el ataque. Los intensos bombardeos aéreos acompañados de la artillería, cohetes, morteros, carros de combate y artillería, además del despliegue de tropas terrestres, ha acabado con la resistencia rebelde. Como suele ser habitual tras cada ataque, la información es contradictoria. Mientras algunos testigos cuentan por decenas los muertos y la necesidad de replegarse de los rebeldes, la dirección anti Gadafi, con sede en la ciudad de Bengasi, ha desmentido que la localidad de Ras Lanuf haya caído en manos de fuerzas leales al coronel.
Hay "docenas de muertos y muchos heridos" ha señalado ese comandante que ha reconocido la huida de algunos de sus milicianos. El ataque se lanzó desde el sur y el oeste de Ras Lanuf y según la cadena catarí fue una ofensiva "muy brutal y muy profesional" por parte de las tropas leales a Gadafi. De hecho, los milicianos no pudieron hacer frente a la superioridad en armamento de los gadafistas y tras asumir que no contaban con las armas necesarias para poder resistir el fuerte empuje se vieron en la obligación de replegarse.
Horas antes, Ras Lanuf, ubicada en una zona desértica con importantes instalaciones petrolíferas, se convirtió en escenario de un cruento ataque. A diferencia de ayer, las bombas no han impactado los pozos de crudo, pero han caído muy cerca. "Lo he visto con mis propios ojos, están bombardeando la ciudad desde las plataformas de petróleo", aseguró un rebelde, Salem Magrebi, por teléfono a Reuters durante el ataque. "Los aviones también están bombardeando y están disparando cohetes desde tierra", añadió. Magrebi, situado en una zona residencial de la ciudad cerca del edificio de una compañía petrolera, aseguró también que veía "los cadáveres de varias personas muertas tendidos en las calles".
Bombardeos hacia el Mediterráneo
Mientras tanto, los insurgentes dispararon esta mañana cohetes en dirección al mar Mediterráneo, tras recibir informaciones de que Gadafi había desplegado navíos de guerra para redoblar la ofensiva sobre posiciones rebeldes en Ras Lanuf.
Estos mismos barcos habrían forzado el repliegue de las fuerzas opositoras del enclave de Bin Yauad, más al oeste. "Llegamos a Bin Yauad pero los barcos nos atacaron y tuvimos que replegarnos", dijo anoche un miliciano rebelde a Reuters. Un responsable militar de los insurgentes no ha podido confirmar este extremo pero sí que sus unidades están siendo bombardeadas desde el mar. Según un periodista contactado por Al Yazira, las fuerzas anti Gadafi retomaron el control de esa localidad, pero esta versión no ha sido confirmada por otras fuentes.
Los combatientes contrarios al régimen se mantienen en los alrededores de Bin Yauad y muy cerca del complejo petrolífero de Sidra, que también sufrió ayer el impacto de los cohetes del régimen. Los rebeldes empiezan a organizarse como un Ejército gracias a la ayuda de exmilitares desertores que les asesoran en tácticas militares. Su objetivo, nada sencillo, es conquistar Sirte, la ciudad donde nació Gadafi y baluarte de su poder junto a Trípoli. Los tanques y aviones del régimen la mantienen a buen recaudo.
En Misrata, la ciudad más importante bajo mando rebelde del oeste del país, a medio camino entre Sirte y Trípoli, la escasez de medicamentos es acuciante. En declaraciones a la BBC, un médico local ha asegurado que los hospitales carecen de vacunas y anestésicos y ha advertido de que hasta 300 pacientes podrían morir en un solo día si no llega el material necesario para continuar con el tratamiento de diálisis para los enfermos renales. Es Misrata ahora no hay combates, pero la población espera una nueva ofensiva de las fuerzas leales al líder libio.
Zauiya, en poder de Gadafi
Los rebeldes que luchan para derrocar a Gadafi han recibido un importante revés en el frente oeste al perder el control del enclave estratégico de Zauiya, una ciudad situada a 50 kilómetros de Trípoli y que alberga una importante refinería de crudo. Las tropas del régimen que asedian desde hace una semana la ciudad con tanques, aviones y helicópteros han doblegado las defensas de los insurgentes, que permanecían atrincherados en el interior de la villa, según el relato de un testigo citado por AFP.
"La ciudad está actualmente bajo el control del Ejército", indicó este testigo. "Los combates cesaron ayer por la noche. Hoy la situación está tranquila. He aprovechado para huir de la ciudad con mi familia. Me dirijo a Jedayem", una pequeña localidad a 3 kilómetros de Zauiya en la carretera que va a Trípoli.
La situación en la zona sigue siendo confusa. El canal catarí de televisión Al Yazira ha informado de que los combates se prolongan en los alrededores de la localidad, adonde se han dirigido las fuerzas rebeldes tras ser expulsadas del centro de Zauiya.
Fuente El Pais
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