Tras la propuesta reformadora del rey de Marruecos, Mohamed VI, la sociedad marroquí ha empezado a movilizarse en diferentes colectivos para medir a la monarquía cambios institucionales profundos entre los que se encuentran la formación de una asamblea constituyente independiente y democrática.
La sociedad marroquí ha acogido con esperanza la propuesta de Mohamed VI de dotar al país de una nueva Constitución. Sin embargo, el Movimiento 20 de Febrero y los principales actores de la sociedad civil quieren tener garantías de que la Carta Magna será redactada por una Asamblea constituyente y no por un comité elitista designado por el rey. Dos semanas después de que el soberano alauita pronunciara un discurso para anunciar su decisión de dotar al país de una nueva Constitución, miles de marroquíes han vuelto a salir a las calles de las principales ciudades para reclamar las reformas prometidas, la lucha contra la corrupción y la implantación de un régimen de libertades y derechos democráticos. La presión de la sociedad civil va dirigida a exigir que sea una asamblea constituyente elegida desde el pueblo — partidos políticos, asociaciones, sindicatos, intelectuales, movimientos cívicos — la que debata y redacte la futura Carta Magna, y no un grupo designado por el palacio real y compuesto en su inmensa mayoría por gente devota al régimen y bajo el control de la Administración. Uno de los colectivos que se ha manifestado tras la propuesta real, ha sido el del movimiento transnacional amazigue, que tiene sus bases principales en las minorias bereberes de Marruecos y en Argelia. El Congreso Mundial Amazigue (CMA) estima que la designación del Comité encargado de la revisión de la constitución “constituye una violación del principio de la democracia participativa”, al tiempo que “ignora las principales reivindicaciones de los jóvenes del 20 de febrero”. La reacción negativa de los bereberes marroquíes se debe en gran parte al hecho de que el discurso de Mohamed VI silencia el tamazigh “como una de las dimensiones de la identidad marroquí plural” y no plantea en consecuencia la oficialización de la lengua amazigue. En nombre del CMA su presidente Brahim Benlahucin estima que es necesario continuar las movilizaciones populares hasta la satisfacción de las exigencias del Movimiento 20 de febrero. En la misma líneas crítica se muestra el director del periodico “El mundo amazigue”, Rachid Raha, que señala el desfase entre el discurso real y las reivindicaciones de los manifestantes del Movimiento 20 de Febrero, que piden una mejora en la distribución de las riquezas, igualdad ante la ley, mejoras democráticas y lucha sin cuartel contra la corrupción que gangrena el aparato del estado. Las manifestaciones que han continuado este pasado domingo en todas las ciudades del país no han tenido repercusión en lo que el gobierno marroquí considera “las provincias del sur”, el Sáhara Occidental. En Laayun, Smara, Dajla o Bojador, los jóvenes han resuelto no participar en las manifestaciones hechas en las ciudades marroquíes “para no mezclar las reivindicaciones especificas”. Asociaciones saharauis, grupos de defensa de las libertades, el Comité de familiares de los presos políticos saharauis, los trabajadores de Fos Bucraa, aunque están de acuerdo con la necesidad de una nueva Constitucion democrática para Marruecos como exige la sociedad civil marroquí, han resuelto hacer sus propias manifestaiones este viernes 25 de marzo en todas las ciudades del territorio bajo administración marroquí. Fuente El Imparcial
1 comentario:
Estoy investigando los procesos constituyentes del mundo. Si por favor me mantiene informado a mi correo: constituyentecivil@gmail.com La página Web: http://constituyentecivil-mexico2010.blogspot.com Muchas gracias. Alfredo Loredo San Luis Potosí. México.
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